miércoles, 28 de marzo de 2007

¡Bienvenidos!

Con mucho gusto os recibimos en el Sitio Web de la R:.L:.S:. Jerusalem 133 para que, a través de sus páginas, nos conozcas y tengas una breve pero clara visión de qué es la Masonería, esta antigua pero a la vez actual y vigente escuela de perfeccionamiento individual, tanto moral como intelectual y espiritual, en la que los hombres buscan la verdad por medio del libre examen y la práctica de una respetuosa tolerancia.

Si deseas mayor información, no dudes en contactarnos que estamos dispuestos a aclarar tus dudas y orientarte.

¡Bienvenido!

Wolfgang Amadeus Mozart

La música es el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya tristemente. O lo que es lo mismo, el arte de producir y combinar sonidos acordes de todos los elementos de creación sonora: instrumentos, ritmos, sonoridades, timbres, tonos, organizaciones seriales, melodías, armonías, etc.. En su sentido más primigenio, es el arte de producir y de combinar los sonidos de una manera tan agradable al oído, que sus modulaciones conmueven el alma.

En todas las civilizaciones, la música cobra un papel importante en los actos de las personas, sea en el ámbito social o en el privado, ejerciendo un papel mediador entre lo diferenciado (material) y lo indiferenciado (la voluntad pura), o entre lo intelectual y lo espiritual. Por ello, cobra especial importancia en las ceremonias rituales por su capacidad de promover emociones. La música representa el equilibrio y orden; es un lenguaje universal.

En la Masonería, la música representa una de las siete artes liberales, simbolizando la armonía del mundo y especialmente la que debe existir entre los masones. A través de la belleza de los sonidos y de la armonía de los ritmos se llega a la sabiduría del silencio. La música es el arte de organizar los sonidos. Todo arte consiste en organizar un material de acuerdo con las «Leyes» y un propósito. La música es, en ella misma y por esencia, una forma de masonería, una construcción de carácter iniciático. Los elementos que la componen no son los sonidos, piedras brutas, sino las notas, piedras trabajadas hasta llegar a ser perfectamente cúbicas y pulidas. Los tres elementos que precisa el trabajo masónico, es decir, el trabajo en la piedra, los precisa el sonido:

La Fuerza, que reside en la densidad.La Sabiduría, en su «tempo» o longitud.La Belleza, en su altura o frecuencia.

Las piedras justas y perfectas del edificio musical deben ser ensambladas: la música es una construcción, una arquitectura, un «arte real» que nos revela las leyes universales de la «Gran Obra» que podemos organizar en tres etapas.

El Silencio, vacío necesario antes de la manifestación, es el estado de aprendizaje. El Sonido, la manifestación, la toma de conciencia, el despertar del compañero. La Melodía, la organización del sonido por el maestro.

Se puede encontrar otra analogía en tres etapas, entre el método de formación del músico y del masón:
El Aprendiz: Estudia la música en sí mismo (canta). Aprende a decodificar unos símbolos o signos (solfeo) y escoge su/s instrumento/s. Para ello precisa de un maestro o instructor.
El Compañero: Alcanza la soltura en la interpretación de los signos y en la utilización de su/s instrumento/s. Colabora con otros compañeros en el canto y en la interpretación (polifonía, conjuntos instrumentales). Estudia la historia, los estilos y a los grandes maestros. En esta etapa el compañero entra en un proceso de auto-formación.
El Maestro: Su tarea es alcanzar una interpretación personal, una vivencia que haga posible la transmisión de la obra. El maestro trabaja en soledad, pero precisa de un aprendiz, del cual aprende todo lo necesario para alcanzar la auténtica maestría. Con esta relación se cierra el ciclo.

La música en la Logia esta representada por la Columna de Armonía que es el conjunto instrumental o reproductor musical destinado a la ejecución de la música en el curso de las ceremonias rituales.

En las logias, hasta que en el siglo XVIII empezaron a introducirse instrumentos de cuerda, trompetas y tambores, sólo se empleaban voces. La designación de «Columna de Armonía» aparece a finales del reinado de Luis XV para referirse al conjunto de instrumentos que sonaban en las ceremonias, con un máximo de siete instrumentistas: 2 clarinetes, 2 cuernos, 2 fagots y 1 tambor. Luego, la competencia entre las logias por contar con los más virtuosos instrumentistas originó que se admitiesen en las mismas músicos, que exentos de cotización alguna prestaban estos servicios (aunque sólo podían aspirar al grado de Maestro), y componían obras para las diferentes ceremonias masónicas: tenidas, banquetes, fúnebres, iniciaciones, etc.. Estos hermanos artistas tenían el mismo derecho al voto que el resto de los hermanos y en las grandes ceremonias, celebraciones y banquetes estaban obligados a contribuir con su arte.

La Columna de Armonía tiene como misión aportar un complemento al ritual, por lo tanto es una música funcional, cuyo valor no depende en primer lugar de su valor intrínseco, sino de su adecuación al destino que se le asigna.

Quizá la más alta representación de la música masónica corresponda a Wolfgang Amadeus Mozart, el cual fue iniciado como aprendiz masón el 14 de diciembre de 1784 en la Logia "La Esperanza Coronada", interpretándose en la Logia, con tal motivo, su cantata «A ti alma del Universo, Oh Sol» (K. 429) en la que el aria del tenor es un himno al sol y a la luz; cantata doblemente adaptada a la celebración de la gran fiesta masónica de San Juan del verano (más conocida como del solsticio de verano) y punto culminante del año masónico; y que encaja igualmente bien en la ceremonia de iniciación del primer grado masónico, cuando el aprendiz, después de haber pasado las pruebas simbólicas, recibe la luz.

Agradecido y apasionado por su Logia, compuso para ella los más notables cantos, en los que no se limitó a expresar de una manera sencilla y bella el sentido de las palabras, sino que dio a las notas todo el calor de su fantasía, todas las nobles y levantadas aspiraciones de un alma conmovida por lo bueno y lo bello y ardiendo de amor por la humanidad. Con motivo de la ceremonia del paso de su padre al grado de compañero, puso música a un poema de Joseph Von Ratschky, «El viaje del compañero» (K 468) para canto y acompañamiento de piano.

Unos meses antes de acceder al tercer grado de la Masonería, asistió el 11 de febrero de 1785, en la Logia vienesa «La verdadera concordia», a la iniciación masónica de su amigo Joseph Haydn en el grado de aprendiz, a quien Mozart, con tal motivo, dedicó los «Seis cuartetos de cuerda».

Poco antes de la doble investidura, como maestros masones, que Mozart y su padre recibieron el 2 de abril de 1785 en la Logia vienesa «La esperanza coronada», compuso para esta Logia dos de sus más importantes composiciones masónicas: «La alegría masónica, (K 471) y la «Música fúnebre masónica» (K 477).

En 1786, con motivo de una reorganización de las logias vienesas ordenada por el emperador José II, Mozart compuso para su Logia «La nueva esperanza coronada» dos cantatas masónicas: «Para la apertura de la logia» (K 483) y «Para la clausura de la logia» (K 484).

Nos encontramos todavía con tres obras de Mozart ligadas a la Masonería, en las que descubrimos a Mozart comprometido con la libertad y con los ideales de la Revolución Francesa, especialmente en «Vosotros los que honráis al Creador del Universo infinito» (K 619), que es un mensaje dirigido a la juventud alemana en el momento en que componía la ópera de la fraternidad universal. Las otras dos composiciones estrictamente masónicas a las que Mozart puso música fueron una pequeña cantata masónica, «Elogio de la amistad» (K 623), fechada en Viena el 15 de noviembre de 179), y «Enlacemos nuestras manos» (K 623a) y que se canta constituyendo la cadena de unión.

Su obra póstuma, su canto de cisne, fue la que tituló «Pequeña Cantata Masónica», cuya audición dio en una tenida de su Logia, dirigiendo él mismo la audición, dos días antes de sentirse atacado por la enfermedad misteriosa que le condujo al sepulcro.
Resulta emocionante ver a Mozart en el umbral de la muerte, olvidándose de sí y de su angustia física, cantando la fraternidad unida en el trabajo, y la presencia de la luz en el ímpetu y en el calor de la esperanza. Tres semanas más tarde, fallecía.

Einstein y la Religión

Opiniones de Einstein acerca de la Religión
Por Al Seckel and John Edwards

(Traducción: Ramiro Arteta-Guzmán)

Einstein ha sido uno de los grandes científicos que han investigado el Universo. Como consecuencia, se consultan frecuentemente sus pensamientos en relación con Dios y la Religión. Desafortunadamente, existe mucha confusión acerca de sus opiniones, lo cual se debe a la forma poco ortodoxa en que usaba las palabras Religión y Dios, y también por una campaña sistemática de las comunidades religiosas para presentarlo como un creyente. Einsten era, claramente, un incrédulo. Su incredulidad se sustenta en las citas y referencias que siguen a las notas históricas de este artículo.

Notas Históricas

La familia de Einstein era de ascendencia judía, pero su papá se refería a las costumbres de la fe judía como “una antigua superstición”. A temprana edad, después de haber leído algunos libros científicos, Einstein abandonó la religión revelada y se enfocó hacia las leyes de la Naturaleza.

En 1911 le fue ofrecida una Cátedra como profesor en Praga, pero se le negó el puesto porque en escribió “no afiliado” cuando se le preguntó por su religión. Para conseguir el trabajo le tuvo que solicitar a los encargados que cambiaran su respuesta.

Durante una oración en un desayuno en 1929, el Cardenal O’Conell denunció que detrás de la Teoría de la Relatividad estaba la “fantasmagórica aparición del Ateísmo”. Inmediatamente, un Rabino le envió una carta a Einstein preguntándole si creía en Dios, a lo que éste respondió que creía en el Dios de Spinoza. Su definición de Dios era tan solo otra palabra para referirse a la Naturaleza y sus leyes.

Einstein no creía en una super – inteligencia, en la existencia de la Trinidad, en los milagros de Jesús, en la inmortalidad del alma, en la astrología o en la existencia de lo supernatural. Cuando dijo su famosa – y a menudo citada fuera de contexto – frase de “Dios no juega a los dados con el Universo”, se refería a que no existen movimientos al azar en el Universo, y que toda la Naturaleza funciona conforme a leyes matemáticas.

También usó la palabra Religión en diferentes sentidos. Para él significaba el deseo humano de ser y entender lo moral, bien estuviera o no asociado a [la idea de] Dios. Es en este sentido que consideraba que la Religión era necesaria. Por eso dijo: “En esta Era de materialismo, las únicas personas profundamente religiosas son los trabajadores científicos” [* 3, p. 40]

Einstein permaneció incrédulo toda su vida. Después de su muerte, ocurrida en 1955, fue cremado sin ceremonia religiosa alguna.

Sus ideas acerca de Dios

"Por supuesto que es mentira lo que ustedes leen acerca de mis convicciones religiosas, mentira que es repetida sistemáticamente. Yo no creo en un Dios personal. Nunca he negado esto sino que lo he expresado claramente. Si existe algo en mí que pueda ser denominado religión es la ilimitada admiración por la estructura del mundo a medida que la ciencia nos la va revelando [* 2, p. 38]

"No puedo imaginar a un Dios que premia y castiga a a los seres que ha creado, y cuyas intenciones han sido fabricadas por nosotros mismos; en resumen, en un Dios que no es sino el reflejo de la fragilidad de la naturaleza humana”. [* 4, p.6]

"Nunca le he atribuido a la Naturaleza un propósito u objetivo, ni nada que pueda ser interpretado como antropomórfico." [* 2, p. 43]

"Me parece que la idea de un Dios personal es un concepto antropológico que no puedo tomar en serio. Tampoco puedo imaginar algún deseo o meta más allá de la esfera de lo humano. Mis opiniones son parecidas a las de Spinoza: admiración por la belleza del Universo y creencia en la lógica simplicidad de su orden y armonía, los cuales solo podemos comprender humilde e imperfectamente. Creo que tenemos que conformarnos con nuestro con nuestros conocimientos y entendimientos imperfectos y tratar las obligaciones y valores morales como un problema – el más importante de todos los problemas – puramente humano." [* 7, p. 95]

"La principal causa de los conflictos actuales entre religión y ciencia se originan en el concepto de un Dios personal" [* 5, p.27]

"No puedo aceptar ningún concepto de Dios basado en el temor a la muerte o en la fe ciega. No puedo probar que no existe un Dios personal, pero si me pusiera a hablar de El, estaría mintiendo." [* 1, p. 622]

"En su lucha por el bien ético, los profesores de Religión deberían tener la grandeza de abandonar la idea de un Dios personal, esto es, abandonar la fuente de miedo y esperanza que en el pasado colocaron a tan grande Poder en manos de los sacerdotes." [* 5, p. 28]

"El hombre que está totalmente convencido del funcionamiento de las leyes universales de la causalidad no puede ni por un momento dar cabida a la idea de un ser que interfiere en el curso de los acontecimientos… [Tampoco] puede tener cabida para la religión del miedo ni para la religión moral o social" [* 6]

El Alma y la inmortalidad

"No creo en la inmortalidad del individuo y considero que lo ético es preocuparme exclusivamente de los asuntos humanos sin que una autoridad supra humana detrás de ellos." [* 2, p. 34]

"Dado que nuestras experiencias internas consisten en la reproducción y combinación de impresiones sensoriales, el concepto de un alma sin un cuerpo me parece vacío y carente de significado" [* 2, p. 35]

"Tampoco puedo creer que el individuo sobrevive a la muerte de su cuerpo, aunque los espíritus débiles abrigan tales pensamientos a través del miedo o de un egoísmo ridículo" [* 4, p. 6]

La Oración

Una alumna de sexto grado de una escuela dominical en Nueva York, con el respaldo de su profesora, le escribió a Einstein preguntándole si los científicos deberían orar, y en caso de hacerlo, qué pedirían. Su respuesta fue:

“La investigación científica se fundamenta en la idea de que todo lo que ocurre está determinado por las leyes de la Naturaleza. Por esta razón, un científico difícilmente estará inclinado a creer que los eventos pueden ser influidos por la oración, por ejemplo, un deseo dirigido hacia un ser supernatural. " [* 2, p. 27]

La Biblia

"A través de la lectura de libros populares de ciencia alcancé la convicción de que muchas de las historias de la Biblia no pueden ser ciertas" [* 1, p. 17]

Misticismo

"La tendencia mística de nuestra época - que se demuestra particularmente con el crecimiento rampante de la autodenominada Teosofía y el Espiritualismo - no es para mí más que un síntoma de debilidad y confusión." [* 2, p. 35]

"Lo que yo veo en la Naturaleza es una magnífica estructura que solo podemos comprender de manera muy imperfecta, y que debe llenar a un pensador con sentimientos de humildad. Este es un genuino sentimiento religioso que no tiene nada que ver con el misticismo" [* 2, p. 34]

Moral

"La ciencia ha sido acusada de socavar la moral, pero la acusación es injusta. El comportamiento ético del hombre debería basarse eficazmente sobre la comprensión, la educación y los lazos y necesidades sociales; las bases religiosas no son necesarias. Muy pobre es la condición del hombre que tiene que ser controlado por el miedo al castigo o por la esperanza en una recompensa después de la muerte" [* 3, p. 39]

Referencias :

* 1. Clark, Ronald: “The Life and Times of Einstein” New York, World Publishing Co., (1971).
* 2. Dukas, Helen: “Albert Einstein: The Human Side”, Princeton, Princeton University Press, (1979)
* 3. Einstein, Albert: “Ideas and Opinions”, New York, Crown Books, (1954)
* 4. Einstein, Albert: “Living Philosophies”, New York, Simon and Schuster, (1931)
* 5. Einstein, Albert: “Out of My Later Years”, New York, Philosophical Library, (1950)
* 6. Einstein, Albert: "Religion and Science," New York Times Magazine, Nov. 9, (1930)
* 7. Hoffmann, Banesh: “Albert Einstein: Creator and Rebel”, New York, Viking Press, (1972)

Jerusalem 133

Dirección:

Nos reunimos en:
Calle Juan Ramón Jiménez número 6, 28036 Madrid, España
1er. y 4to. Lunes de cada mes.

Sede de la Gran Logia Provincial de Castilla.

E-Mail de contacto: secretaria.jerusalem@gmail.com

Telefono Secretaria: +0034 679 487 089

¿Qué NO es la Masonería?

No es una asociación benéfica, aunque considere estas prácticas como un deber. No es una religión, ya que no impone a sus miembros una creencia religiosa determinada.
Los Masones pueden practicar la religión de su preferencia, con tal que respeten las opiniones de los demás.
No es una secta, no proclama ni admite dogmas de ningún tipo, respeta íntegramente las creencias de sus miembros y estos pueden abandonar la Masonería en cualquier momento que lo deseen.
No es una asociación para obtener beneficios personales, ya que no procura a sus miembros ventajas en los negocios o en la política.
No es una sociedad secreta, ya que no niega su existencia y cuáles son sus propósitos y finalidades y está inscrita en España en el Registro de Asociaciones, con los nombres y apellidos de sus dirigentes y la presentación de sus Estatutos.
No es un círculo de estudios ni una escuela filosófica, ya que el trabajo en las Logias es solamente ritualístico, con arreglo y sujeción a los diferentes Ritos en los que trabaja la Masonería.

¿Como ingresar en la masonería?

¿Me pedirán que ingrese?

No; al menos no directamente, y no debe esperar que lo hagamos.
Muchos hombres que hubieran deseado ser masones nunca lo llegaron a ser por desconocer que a un masón no le está permitido pedir directamente el ingreso de un nuevo miembro. Quien esté interesado tiene que dar el paso personal y voluntariamente. Lamentablemente, a menudo se encuentran hombres que esperaron en vano ser invitados.
Si está interesado y quiere ingresar en la Masonería o desea más información no dude en contactar con un masón para ampliar su conocimiento sobre la Francmasonería. Quizás uno de sus amigos que es masón puede tocar el tema conversando con usted, pero de ninguna manera le pedirá que ingrese, porque creemos que un hombre debe pedir su ingreso solo de su propia voluntad y no por haber sido solicitado.
¡EL INGRESO EN LA MASONERÍA HA DE SER LIBRE¡
Si no conoce a ningún masón, siempre puede acudir a una de nuestras Sedes, donde tendrá buena acogida y podrá conseguir toda la información deseable. También puede ponerse en contacto a través de correo electrónico o con una carta por conducto tradicional.
No podemos ni deseamos hacer proselitismo; pero atenderemos todas las solicitudes de información.

¿Cuáles son los requisitos para ingresar?

Ser miembro de una logia masónica está al alcance de todo hombre mayor de edad civil, sin distinción de nacionalidad, grupo social o religión. Los que son aceptados como miembros han de tener buen carácter, aptitud para trabajar en grupo, buena reputación y creer en un Ser Supremo.
Un candidato ha de estar recomendado por un miembro de la Logia en la cual desea ingresar. Su solicitud es leída en una reunión y pasada a un comité compuesto por tres miembros del Taller, quienes por separado entrevistan al peticionario, de preferencia en su hogar. Después del informe de la comisión a la Logia, la solicitud del peticionario es sometida a votación por sufragio secreto y universal de los miembros de la Logia y, en caso de ser aceptado, empieza el proceso que le llevará a ser miembro más de la Logia, sin más derechos y obligaciones que aquellos que vengan dados por el grado.
A pesar de tener las mismas reglas generales, cada Logia tiene su individualidad propia reflejada por su Reglamento Interno, por eso es posible que un candidato sea dirigido preferentemente hacia una Logia determinada a la cual podría, por su composición y características, adaptarse mejor.

¿Qué ocurre en la iniciación?

Iniciación significa "comienzo", el comienzo de un proceso que se desarrolla paulatinamente a lo largo de los tres grados: Aprendiz, Compañero y Maestro Masón.
La iniciación, solemne y de muy antiguo origen, es una experiencia vivificadora para el candidato e imprime carácter. Tras ella, el ya masón, recibe más instrucciones sobre la ceremonia ritualística en la cual ha participado. Se le pide, además, memorizar algunas partes esenciales de este ritual.
El ritual Masónico ilustra la importancia de una vida moral. Utiliza las herramientas de los antiguos masones y canteros como símbolos para enseñar estos ideales, valiéndose para ello, además, de alegorías.
Un Masón promete construir su vida y su carácter con la misma atención que los maestros de obra empeñaban en la construcción de las grandes catedrales, siglos atrás.
La iniciación es un proceso continuo del hombre sobre sí mismo, hecho posible gracias al clima de serenidad, a la fraternidad y a la tolerancia de sus hermanos masones que, como él, están siguiendo o han seguido el mismo camino.

Requisitos para el ingreso en la Gran Logia de España

Ser miembro de una logia masónica está al alcance de todo hombre mayor de edad civil, sin distinción de nacionalidad, grupo social o religión. Los que son aceptados como miembros han de tener buen carácter, aptitud para trabajar en grupo, buena reputación y creer en un Ser Supremo. Un candidato ha de estar recomendado por un miembro de la Logia en la cual desea ingresar. Su solicitud es leída en una reunión y pasada a un comité compuesto por tres miembros del Taller, quienes por separado entrevistan al peticionario, de preferencia en su hogar. Después del informe de la comisión a la Logia, la solicitud del peticionario es sometida a votación por sufragio secreto y universal de los miembros de la Logia y, en caso de ser aceptado, empieza el proceso que le llevará a ser miembro más de la Logia, sin más derechos y obligaciones que aquellos que vengan dados por el grado. A pesar de tener las mismas reglas generales, cada Logia tiene su individualidad propia reflejada por su Reglamento Interno, por eso es posible que un candidato sea dirigido preferentemente hacia una Logia determinada a la cual podría, por su composición y características, adaptarse mejor.